Originaria del continente americano, esta gran enredadera de flores misteriosas no fue conocida en Europa hasta mediados del siglo XVIII. Es un sedante sin efectos secundarios depresivos, de magníficos resultados en el tratamiento de la histeria, neurastenia, alcoholismo, angustia, palpitaciones, epilepsia y disturbios de la menopausia y en general en todos los casos de gran excitación cerebral.
Originaria del continente americano, esta gran enredadera de flores misteriosas no fue conocida en Europa hasta mediados del siglo XVIII. Es un sedante sin efectos secundarios depresivos, de magníficos resultados en el tratamiento de la histeria, neurastenia, alcoholismo, angustia, palpitaciones, epilepsia y disturbios de la menopausia y en general en todos los casos de gran excitación cerebral.
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