Uno de los mareógrafos más antiguos de españa es, casi un siglo después, testigo de la oscilación diaria de las mareas en la bocana del puerto de Alicante, ciudad que tiene el privilegio ser el "nivel cero" de la referencia nacional de altitud.
Empezó a funcionar en marzo de 1924 en la entrada del puerto alicantino y aún al día de hoy sigue colocado en la bocana, aunque ya de forma testimonial porque desde la década de 1990 los valores son recopilados por otro situado al lado mucho más moderno.
En su día, el mareógrafo Thomson fue revolucionario por incorporar un reloj de péndulo así como un sistema de arrastre de bobinas de papel continuo y el cambio de la cadena por una cinta perforada, lo que hacía ganar en precisión y facilitar el manejo porque una misma banda podía durar hasta un mes.
A diferencia de otros puntos con más oscilaciones diarias, las mareas en el puerto alicantino son de tipo 'diurna', es decir, presenta una pleamar y una bajamar cada 24 horas, y los máximos y mínimos pueden oscilar hasta en 20 centímetros de altura.
El hecho de colocar el primer mareógrafo en Alicante no fue casual: Históricamente visto como el "puerto de Castilla", en el siglo XIX la ciudad alicantina era la salida natural de Madrid al Mediterráneo gracias a la línea de tren inaugurada en 1858 de la mano de la compañía de los Ferrocarriles de 'Madrid, Zaragoza y Alicante' (MZA).
Esto contribuyó a que sus aguas fueran las elegidas como punto de referencia nacional de la altimetría o "nivel cero" en España, condición tan vigente como poco conocida todavía hoy en esta ciudad del sur de la Comunitat Valenciana.
Para tomar esa referencia, entre julio de 1870 y febrero de 1874 un funcionario realizó diariamente cuatro observaciones de la altura del mar (a las 9, 12, 15 y 18 horas) en las conocidas como 'Escaleras de la Reina' del paseo de Levante, llamadas así por Isabel II.
Y lo hacía sobre una señal metálica en 'Z' para determinar el nivel medio del Mediterráneo en este preciso punto.
Una vez calculadas las tablas sobre esa regla de mareas, se adoptó el valor 0,430 metros como "nivel medio del mar" en Alicante sobre dicha señal y, a continuación, se utilizó nivelación de precisión para situar en el primer peldaño de la escalinata del ayuntamiento de la ciudad la primera referencia en tierra firme.
Se trata del Nivel de Precisión número 1 (NP1), con una altitud de 3,4095 metros con respecto al valor medio de la referida 'Z'.
Ese pequeño disco de bronce con la inscripción NP1 ha servido de punto de referencia para todas las alturas en la España peninsular, como así lo recuerda una leyenda adjunta escrita en castellano, valenciano, inglés y también en alfabeto braille.
Allí se puede leer que, a partir de este punto, el pico más alto de la península, el Mulhacén, se sitúa a 3.479 metros de altura sobre el mar alicantino, que el Aneto llega a los 3.404 mientras que Madrid está a 655, Santiago de Compostela a 260, el centro de Barcelona a 12 y el de Bilbao a tan solo 6.
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