envisten fugaces con efluvios deseos ajados,
y hacen que sus caricias se delaten
entre ápices de ficción o motas de realidad.
¡El futuro, bigardo Diván! has pensado,
Diva, Diván,¡el futuro ha pasado!.
La elocuencia del día
se rasga tras la persiana,
el ocaso fiel se desvanece
entre ínfulas volutas,
que momentos previos,
las he vapuleado
cuando me apoltronaba sobre él.
¡El futuro!, bigardo Diván.
Has pensado Diva, Diván,
El futuro, ¡ha pasado!,
enredado por el servilismo
con el que presume altivamente
al ser despojado de su petulante vanidad
con mi pequeño cíclope,
pero beatífico culo.
¡El futuro!, bigardo Diván,
Diva, Diván,
el futuro ha pasado.
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